domingo, 25 de noviembre de 2012

Argentina -Sociedad sumisa e indolente


Nuestra sociedad se ha vuelto por un lado indolente (según la RAE: “Qué no se afecta o conmueve” “insensible, que no siente el dolor”). Y por otro lado, es una sociedad sumisa (Otra vez según la RAE: “Obediente, subordinado, rendida, subyugada”).
Dos palabras, no pueden definir también lo que ocurre en nuestra sociedad. Por desgracia, esa es nuestra realidad.
 Hemos llegado a un punto, en el que todo el mundo mira hacía otro lado cuando ocurre algo que le puede afectar, o le afecta y simplemente se resigna. Lo que en  Twitter llamo el #rebañosumiso.



Si la sociedad no se sacude su indolencia y sumisión, y exige a los políticos, a TODOS los políticos, decisiones unitarias, consensuadas, fuera de los pensamientos únicos o de partido, solidarios, pensando en la sociedad y sus ciudadanos y menos en los beneficios económicos, a lo mejor, repito, a lo mejor, habremos empezado a construir "de nuevo" una sociedad más justa, y mucho más humana.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Periodistas y la venta de ideales

Los periodistas argentinos en su gran mayoría son pederastas a sueldo de moral prostibularia.
Escritores frustrados , histéricos de la noticia ,buscadores enfermizos de fama ,cronistas de lo obvio proxenetas de la pluma ,payasos de ocasión.

El periodismo es un oficio en demolición , para el cual ya no es necesario saber leer ni escribir , que permite la transmisión de sucesos sin alguna elaboración teórica  rigurosa ni análisis profundo  ni investigación seriamente encarada. Se basa sólo en la subjetividad y el manierismo de locutores ,presentadores de TV o de aquellos seres -por lo general iletrados  de una precaria neurona -que pululan en las redacciones de periódicos y magazines  y actúan , según la especialidad  elegida , en representación de :un político , un actor o actriz, un deportista ,un narcotraficante ,un legislador ,un empresario o lo más habitual un gobierno.

miércoles, 31 de octubre de 2012

La búsqueda interna

El poder no puede sostenerse en esta superficie encrespada , pero permite que discutamos , que nos mezclemos , que seamos por momentos unos y por momentos otros  , que demos vuelta alrededor de lo mismo  , que suframos la experiencia de ser libres incluso a costa de nosotros mismos . Los hombres no aman la vida , decía sabiamente Stevenson , sino que aman vivir .
Dejemos que el populismo se quede con la patente de la vida .Vivir es otra cosa.

La masa -La Mayoría -El rebaño no pensante-Los mediocres

Ayer, en un tweet fuí reprendido por usar la palabra imbécil en la respuesta a un comentario sobre los políticos en Venezuela . Comprendo que se pueda tomar como una ofensa sin embargo no es un insulto sólo una condición inherente a determinados seres humanos .
Un traspapelado prosista católico que nos enseño a admirar Rubén Dario  distingue al mediocre del imbécil ;éste ocupa un extremo del mundo y el genio ocupa el otro  ; el mediocre está en el centro . Será , entonces , lo que en filosofía , en Política o en literatura , se llama un eclético , un justo medio ? De manera alguna , contesta . El que es justo medio lo sabe , tiene la intención de serlo ; el hombre mediocre es justo medio sin sospecharlo . Lo es por naruraleza , no por opinión ; por carácter , no por accidente  .En cada minuto de su vida y en cualquier estado de ánimo , será siempre mediocre .Su rasgo característico , absolutamente inequívoco , es su deferencia por la opinión de los demas .No habla nunca ; repite siempre .Juzga a los hombres como los oye juzgar . Reverencia a su más cruel adversario si éste se encumbra ; desdeñara a su mejor amigo si nadie lo elogia . Su criterio carece de iniciativas .Sus entusiasmos son oficiales .
Cada vez que hablo del rebaño y me refiero particularmente al caso argentino  pienso en el mediocre .Son mayoría y la mayoría también vota . Lo mismo sucede en todo Latino América ( no me intereso en este punto en otras latitudes ) . Por eso aparecen y se reproducen  los Chavez , los Evo , los Correa ,los Kirchner  sólo por nombrar a los mas reconocidos hipócritas del subcontinente.
Yo perdí mi esperanza pero mantengo vivo mi idealismo .Sueño , solo sueño con JUSTICIA . Esto me recuerda  en la Politeia platónica  , el sofista Trasímaco contesta desafiante a la pregunta de Sócrates acerca de la justicia :
"Pues bien , escucha .Digo que la justicia no es otra cosa que lo que es provechoso al más fuerte"
Siglos después un conocido desenmascarador ,  Maquiavelo,  revela la creciente impudicia del poder aconsejando al gobernante el doble uso de la ley y de la fuerza.Merece comentario aparte .

martes, 2 de octubre de 2012

La soberbia acomplejada

Las incursiones de la presidenta de la Nación por las universidades de Georgetown y de Harvard revelaron a los argentinos un aspecto desconocido de la máxima figura institucional del país y no porque haya dicho cosas muy diferentes de las que nos tiene acostumbrados.
La ausencia de la habitual y más controlada puesta en escena que la agiganta -el Salón Blanco de la Casa de Gobierno o el Museo del Bicentenario, sus locaciones preferidas- y con su claque de aplaudidores y reidores inhibida y reducida a la mínima potencia, la mandataria lució desguarnecida, casi a la intemperie. Se empequeñeció.
Ahora se entiende mejor por qué los stands up presidenciales se llevan a cabo entre nosotros siempre en presencia de un auditorio repleto que actúa con la efusividad irreflexiva de una tribuna futbolera.
Lo que parece funcionar como mero fondo, en realidad es parte de la forma sustancial del mensaje: el calor obsecuente, las miradas cómplices entre quienes asisten, el cabeceo constante en señal de aprobación de los invitados, las pícaras reconvenciones de la mandataria a éste y a aquél faltaron y tanto se notó la falta de ese sostén anímico que Cristina Kirchner encogió.
Es cierto que los jóvenes que la interpelaron -no hay otra manera de calificar los tonos y las ironías que utilizaron para descerrajarle preguntas (im)pertinentes y sin anestesia- adoptaron ese énfasis porque estaban al tanto de que en la Argentina la Presidenta sólo pronuncia largos monólogos y que lo que llama dialogar "con millones" son apenas saludos circunstanciales a su paso o por videoconferencia.
Si la jefa del Estado accediera, como sus colegas de otras latitudes, a la costumbre republicana de reunirse periódicamente con la prensa, la impronta desafiante que tuvieron los estudiantes de las universidades norteamericanas no habría tenido razón de ser.
El contraste entre la ausencia del envoltorio empalagoso de sus apariciones locales y los heréticos intentos juveniles de Georgetown y de Harvard por desestructurarla obraron en su contra. Paulatinamente se la vio vulnerable y malhumorada.
Aquí sus reiteradas apariciones son celebradas sin cuestionamientos como los de esos súbditos del cuento tal vez más célebre de El conde Lucanor, del infante Juan Manuel, que vivaban el paso de su rey tras haberse anunciado que unos supuestos sastres lo habían vestido con unas maravillosas telas que sólo podrían apreciar aquellos que fueran realmente hijos de quienes creían ser. Pero en realidad, el rey se paseaba desnudo porque nadie, ni el mismo monarca, se había percatado del fraude, tan asustados como estaban de no verlas y ser tomados por bastardos, sin considerar la posibilidad de haber sido víctimas de una estafa.
Los osados estudiantes que incomodaron a la Presidenta se solidarizaron con los periodistas argentinos que no pueden preguntar y actuaron como el palafrenero negro del cuento que, como no tenía nada que perder, dijo la verdad: "El rey (en este caso, la "reina") está desnudo".
En la noche del jueves, todos nos convertimos, de alguna manera, en el palafrenero negro porque vimos más claro que nunca por primera vez a la Presidenta atrapada, casi diminuta, en su propio laberinto.
Como aquí no hay quién se atreva a contradecirla en su propia cara, su "relato" acumula inconsistencias debajo de la alfombra. Ahora se vio que ante el más mínimo soplido, el castillo de naipes se desmorona. Sus explicaciones ante interlocutores más críticos se vuelven insuficientes, pero también reveladoras. Así, al poner en duda que la inflación real en EE.UU. sea del 2% hizo un reconocimiento tácito de que el índice del Indec para ella también es falso. Al afirmar que habla con "muchos periodistas", se expuso gratuitamente a que, unos minutos más tarde, los acreditados de Casa Rosada tuvieran que desmentirlo en un comunicado. CFK no conversa ni siquiera con los periodistas de la creciente "Korporación" de medios oficialistas. En EE.UU. rechazó en tres ocasiones a la cronista de la TV Pública; en cambio, siempre hace una excepción para jaranear con el movilero de CQC.
Con los nervios y el enojo creciente no pudo dominar el prejuicio de humillar a La Matanza en su inoportuna comparación con Harvard y eso produjo naturales desasosiegos en uno de los distritos que más la votaron en octubre pasado.
La Presidenta no se cansa de repetir que hay plena libertad de expresión en la Argentina ya que los periodistas podemos escribir y decir lo que nos plazca. En principio, ése sería un mérito de la democracia, no algo que se deba agradecer en particular a este Gobierno. Pero aquélla se encuentra recortada ya que hay infinidad de trabas para acceder a fuentes oficiales y las estadísticas están fraguadas. Además, el desempeño de la profesión se da en un marco de hostigamiento y difamaciones que buscan minar la credibilidad del periodismo. El reparto de la pauta oficial y la aplicación de la ley de medios sólo persiguen la lógica de beneficiar a los amigos y hundir a los que critican. Tal vez, la propia Presidenta está comenzando a ser víctima del opresivo sistema informativo que alienta y por eso, cuando habló en un contexto menos adulador, quedó tan expuesta, tan desnuda.Pablo Sirven -La Nacion.
Pablo Sirven La Nacion Oct2012

domingo, 23 de septiembre de 2012

Soberbia ,frivolidad y ser inhumano.

Por favor  te lo suplico, decime que esto te duele; que la frivolidad no es tuya; que te sacude el alma la imagen de Argentina !!!!

Ejemplo de lo ilimitado de la imbecilidad humana

Este artículo apareció en el diario "El Observador" de Montevideo ,Uruguay y que luego de ver el artículo que a continuación posteamos uno podría creer que no es de venta al´púnlico , pues sí lo es y una cantidad de boludos importantes uruguayos lo lee. Lo descubrimos de casualidad por un tweet .

Ahí va

Quote

Instrucciones primarias para ser un perfecto tuitero uruguayo

HÁGASE EL REVOLTOSO BUSCANDO LÍO -Y LUEGO JUGUETEANDO- CON GENTE DEL ESTATUS QUO. DIGA MUCHAS MALAS PALABRAS. USE TODOS LOS SINÓNIMOS POSIBLES DE LAS PARTES QUE QUEDAN DE LA CINTURA PARA ABAJO.

 
El Twitter, se sabe, es una línea de tiempo. Es decir, a diferencia del muro del Facebook, la timeline es un fugaz escaparate en el que sus 140 caracteres estarán al alcance del lector no más de diez minutos.

Después, el comentario se perderá para siempre entre el palabrerío ajeno y nadie se va a molestar en revisar sus tuits pasados a menos que usted sea un buen creador de brevedades y la otra persona tenga el interés y el tiempo necesario para practicar una moderna antropología 2.0 

Entonces, sin pérdida de tiempo, es necesario que usted sepa que para formar parte de la barra tuitera debe usar modismos tales como el “nada, eso” (quiere decir que usted simplemente quiere decir lo que dijo aunque por la simpleza de lo dicho no haga falta aclararlo), tiene que poner este signo (?) al final de algunas frases (supone que usted quiere remarcar que lo dicho es un tanto absurdo aunque se note a la legua) y despídase con un “besis” (esto siempre que usted tenga menos de 25 años y quiera informarle a su interlocutor que le está tomando el pelo).


Además, intente definirse por oposición con cierta gracia. Ej: “Yo tan Chavo del Ocho y vos tan Doña Florinda”. Use la fórmula “el flagelo de…”. Ej: “El flagelo de la gente que usa la expresión el flagelo de…”. Cuando se encuentre con un tuit ajeno que usted considere absurdo, dele retuit. Todo el mundo entenderá que usted quiere dejar expuesto al pobre diablo. 

Lea los diarios para encontrar faltas de ortografía o comentarios de columnistas que considere merecedores de burla. Eso sí, no lo haga de tal manera que sus seguidores puedan llegar a creer que a usted le gustaría estar en el mismo lugar del periodista para poder escribir como Dios manda y así poner las cosas en su lugar. 

Porque para ser un tuitero de raza lo único que necesita son retuitiadores y “faveadores” fieles. Comprobará que ya los tiene subyugados cuando los mismos diez tipos le festejen ese comentario tan certero sobre la brecha social y también el chiste del loro que se cayó al water. 

Y diga muchas malas palabras. Use todos los sinónimos posibles de las partes que quedan de la cintura para abajo. Y de las tetas también. No se sabe por qué, pero eso “garpa” mucho más que conjugar bien un verbo. Y hágase el revoltoso buscando lío -y luego jugueteando- con gente del estatus quo –preferentemente políticos- a los que de otra manera no podría acceder. 

Use en forma intensiva la fórmula “confieso que…” y luego confiese cosas tales como que le gustó una película argentina o el nuevo chicle globero sabor maracuyá. 
Incluso puede elogiar a algún fabricante de dulce de membrillo o a expendedores de bebidas alcohólicas quienes, a cambio de la propaganda, lo proveerán cada semana de su ración de almíbar y centeno.

Abrevie las palabras hasta su mínima expresión de la misma forma que lo hace cuando envía un mensaje de celular. Escriba “tmb” en lugar de “también”, “q” a cambio de “que” y “x” por “por”. También es bienvenida la expresión “WTF!” al final de un comentario ajeno que no le guste. Es la abreviación de “What the fuck” que viene a ser algo así como “pero qué corno es esto!”.
O sea, minimice al máximo a menos que necesite decir “no”. En ese caso escriba “naaaaa!”. Al principio le parecerá guarango –como decir “awwww” en lugar de “qué bueno” o "pffff" en cambio de no sé qué- pero ya se acostumbrará.
Es verdad que en el Twitter también se pueden hacer cosas más decentes y sin necesidad de escaparle a las ocho horas. Pero eso queda para una próxima historia mínima (Continuará…(?)
 
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Leonardo Pereyra es periodista de Actualidad del diario El Observador y esta es la cara del descerebrado.