Nuestra sociedad se ha vuelto por un lado
indolente (según la RAE: “Qué no se afecta o conmueve”
“insensible, que no siente el dolor”). Y por otro lado, es una
sociedad sumisa (Otra vez según la RAE: “Obediente,
subordinado, rendida, subyugada”).
Dos palabras, no pueden definir también
lo que ocurre en nuestra sociedad. Por desgracia, esa es nuestra
realidad.
Hemos llegado a un punto, en el que todo el mundo mira hacía otro lado
cuando ocurre algo que le puede afectar, o le afecta y simplemente se resigna. Lo que en Twitter llamo el #rebañosumiso.
Si
la sociedad no se sacude su indolencia y sumisión, y exige a los políticos, a
TODOS los políticos, decisiones unitarias, consensuadas, fuera de los
pensamientos únicos o de partido, solidarios, pensando en la sociedad y sus
ciudadanos y menos en los beneficios económicos, a lo mejor, repito, a lo mejor,
habremos empezado a construir "de nuevo" una sociedad más justa, y mucho más
humana.
Lo que describes se aplica a la mayoría de nuestros pueblos latinoamericanos. Es el día a día en Venezuela, una indolencia tan cruel, tan llena de egoísmo, tan inhumana. La sumisión también la padecemos, más evidenciada en los que dependen del gobierno (bozal de arepa, le decimos acá) y también presente en la población, toda vez que no protestamos contra las barbaries que nos aplican. Aceptamos todo como borregos. Hablo en plural, porque aunque proteste verbalmente y en ocasiones físicamente, soy una víctima más de este régimen, que se queja como muchos, pero que al final de cuentas tampoco he hecho gran cosa para evitarlo. Saludos. Elsa
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