Siempre ha habido analfabetos , pero la incultura y la ignorancia se habian vivido como una verguenza , nunca como ahora la gente había presumido de no haber leído un libro en su vida ,de no importarle nada que pueda oler levemente a cultura o que exija una inteligencia minimamente superior a la del primate .
Los analfabetos de hoy son los peores porque en la mayoría de los casos han tenido acceso a la educación , saben leer y escribir (con errores sí) , pero no ejercen . Cada día son más y cada dia el mercado los cuida más y piensa más en ellos .
La televisión cada vez se hace más a su medida , los distintos canales compiten en ofrecer programas pensados para una gente que no lee , que no entiende , que pasa de largo de la cultura que quiere que la diviertan o que la distraigan aunque sea con los crímenes más brutales o con los más sucios chismes de prostitutas y prostitutos encubiertos bajo otros adjetivos .
Argentina y me atrevería a decir ( por lo que veo en mis viajes ) el mundo entero se está creando a la medida de esta nueva mayoría ,todo es superficial ,frívolo ,elemental , primario para que ellos puedan entenderlo y digerirlo .
Ellos son socialmente la nueva clase dominante aunque siempre será la clase dominada precisamente por su analfabetismo y su incultura ,la que impone su falta de gusto y sus morbosas reglas y así nos va a los que no nos conformamos con tan poco a los que aspiramos a un poco más de profundidad .Un poquito más ,sólo un poquito mas ...
domingo, 30 de marzo de 2014
Ya no soporto más que a unos pocos .
Estuve la semana pasada de viaje por negocios fuera del país especialmente para una reunión que sabía de antemano que sería tediosa .
Al final de ese día y camino al aeropuerto comprendí entonces que había compartido horas con un prodigioso imbécil , dónde la conversación se tornó tan absurda que no tenía ánimo para seguirla .
Todo lo que yo desprecio es estimado por este idiota y todo lo que odio le parece adorable.
Marcharme me resultó una absoluta delicia.
Al final de ese día y camino al aeropuerto comprendí entonces que había compartido horas con un prodigioso imbécil , dónde la conversación se tornó tan absurda que no tenía ánimo para seguirla .
Todo lo que yo desprecio es estimado por este idiota y todo lo que odio le parece adorable.
Marcharme me resultó una absoluta delicia.
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