miércoles, 7 de marzo de 2018

Que significó el mar para mí .

Lo más difícil, cuando se esta en un barco y se hace la vida del mar, es no añorar la tierra, es decir, acostumbrarse a esta vida. En todas las épocas, muchos han sido los hombres —sobre todo de tierras adentro— que han sentido, durante un tiempo más o menos largo, la atracción del mar. 
Sin embargo, pocos han sido los que mantienen de una manera viva esta atracción. 
El mar es fabuloso y va unido, en la imaginación, con las formas más sensuales, con los apetitos más epidérmicos. 
Pero el mar engancha sólo excepcionalmente. 
Qué tendrá el mar para despertar en el hombre tanto interés y tanto olvido, tanta pasión y tanta frialdad?

El mar exige quizás un determinado temperamento. Este temperamento se tiene o no se tiene. No se puede improvisar. En un momento determinado de la vida todo el sistema anímico de una persona tiende a sentir por el mar una fascinación embriagadora, intensa, febril. Pero de no existir el temperamento, esta fascinacion se diluye de pronto y no deja rastro.