domingo, 11 de octubre de 2020

Siempre puede ser peor , la magia del kirchnerismo.

 Que vuelva el «diputado chupatetas». Argentina lo perdona

Típico de la política argentina: a la salida de un impresentable le suele suceder la llegada de algo aún peor


La renuncia del diputado nacional kirchnerista por Salta, Juan Ameri, fue uno de los escándalos más grandes de la historia parlamentaria argentina. En el marco de una sesión legislativa, donde los representantes del interior estaban conectados virtualmente, Ameri apareció en la pantalla del recinto con su pareja (y asesora) encima, a los mimos y besos. El titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, interrumpió la sesión cuando el salteño tenía en su boca una teta de su novia y empleada.
El diputado «chupateta»  que en un primer momento se negaba a renunciar, cedió finalmente ante la presión de su bloque. En un principio, argumentó que no sabía que estaba «en vivo» ya que tenía problemas con Internet. Y su justificación con respecto a que estaba chequeando el estado de la cirugía estética mamaria de su pareja no lo ayudó en lo más mínimo. Todo lo contrario. Ni bien se comprobó que ella era también su asesora, los argentinos pasaron a lamentarse por la triste realidad: con sus impuestos también le «pagaron las gomas de silicona» a la novia de Ameri.

Pero como suele suceder en el reino de peronia, a la salida de un impresentable le suele suceder la llegada de algo peor. Alcira Figueroa era la «siguiente» de la lista sábana por la que entró el renunciado a la fuerza. La antropóloga salteña recibió el maná del cielo de una diputación absolutamente inesperada por los próximos tres años. En la jornada de ayer, la flamante diputada «electa», como la definió Massa, juró «por la Patria» y por otras cosas curiosas:

«Juro por los 30 000 desaparecidos, por mi hermanito Carlitos y toda la niñez muerta por desnutrición, por las mujeres y las disidencias, por los campesinos, criollos e indígenas, y juro por la madre tierra».

Con respecto a su juramento, si la diputada está preocupada por la desnutrición infantil, lo primero que tendría que hacer es abandonar toda la ideología económica estatista del kirchnerismo, que lo único que hace es multiplicar la pobreza. Pero su mención a los «30 000 desaparecidos» deja en evidencia que su compromiso no es con la verdad, sino con el relato político barato del progresismo nacional.
Claro que Ameri era uno del montón que cayó en el Congreso de la mano de las conexiones políticas del peronismo, ayudado por la infame lista sábana. Pero lo cierto es que es preferible tener un impresentable que no diga y haga nada al que le paguemos el sueldo (aunque incluso contrate a la novia de asesora) que otra ideologizada y contraproducente diputada izquierdista.





martes, 6 de octubre de 2020

Las semejanzas del proyecto socialista-progresista en Venezuela y Argentina.

La última década del siglo pasado Latinoamérica veía un renacer de la democracia junto a la reforma del corrupto entramado de socialismo más o menos moderado con mercantilismo —llamémosle social-mercantilismo— mediante limitadas aperturas hacia la economía de libre mercado. La última dictadura vegetaba en la Cuba del desastre económico de su socialismo revolucionario, manteniendo mediante la represión brutal el poder sobre la miseria de su pueblo, tras el colapso del imperio soviético. 
Cuba parecía un anacronismo aislado en un continente que avanzaba política y económicamente hacia un futuro prometedor.
Pero Latinoamérica seguía sufriendo los efectos políticos y económicos de jamás haber abrazado la economía de libre mercado, empalmando largo tiempo atrás el viejo mercantilismo con el nuevo socialismo en una cultura política del fracaso anclada en mitos que garantizan economías subdesarrolladas, poco e ineficientemente diversificadas, lastradas de proteccionismo. Así las grandes empresas luchan por privilegios políticos en lugar de por el mercado, las burocracias son maquinas clientelares de corruptelas institucionalizadas y la política una combinación de prácticas populistas clientelares con discursos socialistas legitimadores de envidia en poblaciones empobrecidas.

Una bomba de tiempo que la democratización y la apertura de mercado debían desmontar para ir hacia la libertad y prosperidad. Nada nuevo bajo el sol. 
Bajo autoritarismos y democracias débiles se había intentado con cierto éxito antes, en escasos países y diferentes momentos, pero de alguna forma las sociedades latinoamericanas, llegando a las puertas del desarrollo encontraban siempre la manera de dar media vuelta y regresar a la pobreza del social-mercantilismo. Nuevo era que siendo simultáneo el giro al mercado en casi todo el subcontinente, la historia pudiera ser otra. Pero fue la misma.
 Se encontró el camino de regreso al fracaso.
 Y desde el miserable totalitarismo socialista cubano, se extendieron redes políticas y criminales para un poderoso giro hacia la izquierda, más o menos radical, en toda la región.

Las apuestas de la Habana

El castrismo buscó imponer gobiernos títeres de la Habana en latinoamérica desde el momento en que se integró en la órbita de los satélites soviéticos. El financiamiento y apoyo al terrorismo de guerrillas comunistas fue un lance al azar, jugado con la esperanza de desencadenar una serie de accidentes que llevaran a una fuerza de izquierda radical filo-castrista al poder en alguna parte del continente.
 Funcionó en Nicaragua por poco tiempo. Fracasó en el resto del continente. Otra  apuesta fue por la vieja táctica de frentes izquierdistas, llenos de tontos útiles de apariencia democrática semi-moderada, controlados tras bambalinas por comunistas de estricta observancia soviética, para alcanzar el gobierno mediante una combinación de agitación y propaganda, violencia terrorista de media intensidad más o menos extendida, violencia terrorista de alta intensidad localizada, y movilización electoral. Y hacer la revolución desde los poderes establecidos, destruyendo débiles repúblicas desde dentro, para instaurar totalitarismos socialistas mediante lo que en la Europa oriental bajo control soviético en la temprana postguerra se denomino “táctica del salchichón”. Esa apuesta castrista con Allende también fracasó. Pero aprendieron de su fracaso.

El freno soviético

Ser una agencia sub-imperial soviética le dio a la tiranía castrista tres ventajas:
  • Un enorme subsidio a una ineficiente economía, que a la inviabilidad inherente a toda economía socialista sumaba excéntricos delirios tropicales de altísimo costo.
  • Protección soviética ante EE.UU. en el complejo tablero de la guerra fría.
  • Influencia de primer orden en el aparato regional del Comintern para agitación, propaganda y subversión continental.
Y la desventaja de la obediencia al imperio soviético. Moscú tenía claro que el costo de sostener Cuba era tan alto que la economía soviética no podía sostener otra. Por eso la gran apuesta continental cubana llegará, paradójicamente, como una desesperada huida hacia adelante tras el colapso soviético. Con la tiranía castrista huérfana de protección y subsidio soviético. Heredera del aparato comunista continental. Y libre del freno soviético.

El accidente venezolano

Fidel Castro, desde que su tiranía se hizo protectorado del imperio soviético tuvo dos obsesiones geopolíticas en Hispanoamérica, imponer gobiernos títeres de la Habana en Venezuela y Argentina. Su ambición por Venezuela tenía objetivos obvios, el petróleo venezolano podía financiar un proyecto de expansión continental del castrismo, por unos u otros medios. Y la posición geopolítica de Venezuela, eje entre el Caribe, los andes, la cuenca amazónica y el atlántico, para quien ya controlaba al terrorismo en Colombia, habría un abanico de posibilidades geoestratégicas para desestabilizar y conquistar Sudamérica. Lo de Argentina, aunque sea bien conocido como otra obsesión del tirano, es misterioso en cuanto a objetivos concretos, pero se permite inferir que un país con tantas riquezas naturales como Argentina sería una fuente permanente de alimentos por ejemplo. 
El castrismo conquistó poco a poco Venezuela, con más y más influencia sobre la intelectualidad y la política venezolana. Estrategia de largo plazo. A la toma de posesión de su segundo gobierno, Pérez invitó figuras del tercermundismo que adhirió una década antes, en su primer gobierno. Entre ellos Fidel Castro, a quien la flor y nata de la intelectualidad venezolana recibió con una carta pública de rastrero apoyo a su tiranía, mientras empresarios y políticos venezolanos le cortejaban como “rockstar” del momento.
 Más que suficiente para comprender que Venezuela estaba condenada si el castrismo sobrevivía su crisis post-soviética. Se lo facilitó el accidente histórico del fallido golpe de estado de Hugo Chávez en Venezuela. Golpe que en medio de la conspiración del corrupto social-mercantilismo contra la limitada reforma hacia el mercado de Pérez, configuró la tormenta perfecta para que el grueso de políticos e intelectuales venezolanos, apoyados por grupos de captura de rentas a los que es una contradicción en términos denominar empresarios, apostando a destruir la reforma destruyeran la república, elevando al poder a su revolucionario sepulturero. El resto, es la historia de la destrucción material y moral de Venezuela para financiar la supervivencia del totalitarismo en Cuba. Y la expansión de su influencia política continental mediante el Foro de Sao Paulo. Así se materializo, entre finales del siglo pasado e inicios del actual, la más reciente de las grandes tragedias hispanoamericanas.

 

domingo, 22 de marzo de 2020

El virus y la guerra entre China y los Estados Unidos.



Acusaciones mutuas sobre el origen del coronavirus; carrera precipitada por ver quién logra antes una vacuna; expulsión de periodistas. La pandemia de la Covid-19 en el mundo se ha convertido en el nuevo caballo de batalla –uno más– entre las dos grandes potencias mundiales, apartados de momento los de la tecnología 5G y su guerra comercial. Las relaciones entre ambos países han entrado en aguas peligrosas en un momento delicado: lo peor de la enfermedad aún está por llegar a EE UU, la economía china necesita recuperarse con urgencia de dos meses de parálisis y sobre el mundo entero pende una grave incertidumbre.

En Washington, Donald Trump lleva días hablando de “virus chino” en sus comparecencias diarias ante la prensa. En Pekín, los medios oficiales y varios diplomáticos ponen en juego cada vez más abiertamente la tesis de que el virus pudo llegar a China traído de la mano de soldados estadounidenses que participaron en los Juegos Militares de octubre en Wuhan, el foco original de la pandemia. En pleno quilombo  Pekín ha anunciado la expulsión de, al menos, 13 periodistas estadounidenses, en réplica a la salida forzosa de sesenta empleados chinos de medios de su país en suelo estadounidense.
Para David Dollar, experto en China del think tank estadounidense Brooking Institution, la relación entre los dos países se encuentra en el peor momento de los últimos 40 años y en esta crisis ambos tratan de desviar las responsabilidades hacia el otro. “El Gobierno chino tardó mucho en reconocer el problema y empezar a gestionarlo, algo que ahora están intentando esconder, y la Administración estadounidense también reaccionó con lentitud. Sabiendo lo ocurrido durante meses, no se preparó”, señala.

A principios de febrero, el Gobierno en Pekín se encontraba ante una situación complicada. Habían circulado numerosas informaciones sobre la mala gestión de la crisis en Wuhan. Faltaban suministros y médicos en los hospitales. Llovían denuncias de corrupción en el reparto de material protector, de personas que no lograban recibir tratamiento.
Y en medio del caos se anunció, el 6 de febrero, la muerte de un oftalmólogo que había intentado advertir sobre el peligro de la epidemia cuando comenzaron los primeros casos y fue amonestado por ello por la Policía. Su caso dejó en evidencia todas las grietas del sistema: el peso de la burocracia; la tendencia a encubrir los problemas por miedo a reprimendas; la prepotencia desde el poder –en este caso, un grupo de policías– hacia quienes simplemente intentan contar la verdad. La furia y el dolor que expresaron los ciudadanos en las redes sociales encontró a contrapié a los líderes.

El inicio de la epidemia “apuntó claramente a los defectos del sistema, y eso se percibió como un riesgo. Así que en los primeros días, la respuesta se centraba en cubrir los fallos, echar la culpa de los errores al gobierno local, mostrar las acciones decisivas que adoptaba el gobierno central. Era un mensaje interno, más que cualquier otra cosa.
Pero, a medida que su curva de contagios se ha aplanado hasta desaparecer –desde el miércoles solo detecta casos importados–, y se disparan las nuevas infecciones en Europa y América, la propaganda ha pasado de la defensiva a la ofensiva. De un mensaje interno a toda una campaña internacional para lavar el daño a su imagen que le haya podido provocar el coronavirus. China siente que ha ganado la batalla a la enfermedad, se ve fuerte y busca diluir cualquier vinculación con el estallido de la epidemia y, por ende, con los errores del principio.

La idea que se difunde en los discursos y los medios oficiales es que China ha sabido derrotar al virus con eficacia. Que al adoptar medidas radicales en Wuhan , a expensas de asestar un terrible golpe a su economía, “dio tiempo al mundo a prepararse” para lo que se venía encima. Las imágenes de envío de material y personal médico a países donde la pandemia golpea especialmente fuerte, entre ellos Italia o España, subrayan el mensaje de que China es una potencia responsable que apoya a países que lo necesitan.

Mientras, el gigante asiático se afana en enviar lotes de mascarillas y acumula el agradecimiento de los Gobiernos que los reciben. “Cada vez más países reconocen y aprenden de los métodos chinos en la lucha contra el virus. La victoria por fases de China inspira a otros países muy afectados que atraviesan momentos difíciles. Solo Washington sigue desacreditando histéricamente a China”, sostenía esta semana el periódico Global Times.

El contraste de la asistencia china con el discurso nacionalista de Washington puede convertir a Xi Jinping en el ganador de la carrera de la propaganda, aunque David Dollar considera prematura esa apuesta. “Lo importante es quién consigue poner el virus bajo control, quién reconstruye antes la economía, la guerra de la imagen la ganará quien obtenga mejores resultados y para eso faltan unos meses”, apunta.

En ese contexto se entiende también la carrera por hallar la vacuna contra el feroz SARS-Cov-2. Cada noticias o anuncio de un país relacionado con la investigación de este virus se ve respondido con lo mismo por parte del otro.

La doctrina “América, primero” de Trump resulta incompatible en esta crisis con el viejo papel de líder global. La cooperación entre estas dos superpotencias es, hoy por hoy, una quimera. Las recesiones que se avecinan sobre las dos primeras economías del mundo también dificultará un entendimiento que entierre la guerra comercial.

Desde China se entrevé ya un cambio. “El capital de Estados Unidos ha disminuido. Este virus se ha convertido en un cisne negro, uno de esos fenómenos imprevisibles que cambian por completo una situación. Las relaciones entre China y el resto del mundo van a acercarse, y esto va a alterar el orden mundial. Exactamente cómo, tendremos que esperar a verlo”, adelanta el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Renmin de Pekín Chen Xiaohe.

Todo, en un momento de grave incertidumbre. Es una guerra fría, pero en medio de una pandemia mundial con miles de personas muriendo a diario. Y la gilada mirando con miedo.



martes, 29 de octubre de 2019

El fin del peronismo.



Por extrañas coincidencias de la historia, al justicialismo le tocó gobernar a la Argentina en momentos de excelentes términos de intercambio de los principales productos nacionales.
 
1-Juan Perón llega al poder en 1945 tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Aprovecha un planeta devastado y hambriento para el desarrollo de su “modelo”. Gastó con bolsillos de payaso hasta que la economía colapsó, una década más tarde.
2-El General retornó a la Casa Rosada en 1973, tras la guerra del Yom Kipur, cuando los precios relativos alcanzaban para nuestro país su segundo pico histórico. Inventó un plan de “inflación cero” que derivó en una explosión cambiaria y tarifaria conocida como “Rodrigazo”.
3-En 1989, Carlos Menem se transformó en el sucesor de Juan Domingo y, a poco de asumir, cayó el Muro de Berlín. Este giro en el tablero internacional le permitió enajenar bienes y empresas del Estado Nacional por decenas de miles de millones de dólares. Tras robar y mal utilizar esa renta, fundió a la Nación y se fue sin pena ni gloria en 1999.
4-En 2003, Néstor Kirchner heredó un superávit fiscal de casi tres puntos de PBI y gozó de los mejores términos de intercambio de dos siglos de historia argentina, con una tonelada de soja volando a más de 600 dólares. Los K destruyeron la economía, dejaron un déficit de 7 puntos del PBI y no pudieron mostrar una sola gran obra pública emblemática que hayan podido iniciar y terminar. Como contrapartida, duplicaron la cantidad de cheques que pagaba el Estado, sumando 1,2 millones de empleados públicos en las tres esferas; dos millones de jubilados sin aportes, un millón de nuevos discapacitados, un millón de planes sociales de todo tipo y cuatro millones de AUH.
¿Por qué esta vez las cosas son distintas a lo conocido? ¿Por qué la suerte se ha acabado para los afortunados muchachos del PJ? Alberto Fernández ya no entrará pateando lingotes de oro como el fundador del movimiento. Por el contrario:
-El Banco Central está fundido y apenas tiene 10 mil palos verdes de libre disponibilidad. Las obligaciones de los próximos meses exceden ese monto.
-No hay respaldo en metal o dólares para el circulante y mucho menos aún para los bonos y letras que hemos emitido.
-La pobreza alcanza a uno de cada tres compatriotas.
-La mitad de los niños que habitan el país es pobre.
-La deuda externa representa casi un PBI completo.
-La precaria infraestructura del país hace inviable a las economías regionales.
-La desocupación y subocupación afecta a la cuarta parte de la población.
-El 40 por ciento de la economía es informal o está en negro.
¿Cómo zafará este auténtico “Zelig” de las Pampas (ya que mutó de partido en partido hasta llegar a casi una decena de agrupaciones diferentes: Assef, Alfonsín, Menem, Cavallo, Duhalde, Kirchner, Randazzo, Massa y una estructura propia)?
En su discurso, jamás habló de transparentar las cuentas públicas o bien “honestizar” la política.
Seguimos comprando con una ley de 1947, creada por el propio General para que florecieran los Lázaros Báez por todas las geografías y todas las épocas. ¿Los muchachos peronistas están detenidos en el tiempo?
Fuera de este mundo irreal y autosuficiente, el resto de las naciones del planeta mira con una mezcla de asombro y desdén este nuevo retroceso en el almanaque de la Argentina.
Sin embargo, esta vez todo será distinto. No hay casi nada para repartir y tampoco hay paciencia entre los más necesitados.
Por primera vez, tendrán que jugar la mano más brava con dos cuatros y una sota de bastos. Nos espera un nuevo recital de tres pasos:
A-Celebrar con soberbia la toma del botín.
B-Putear a los “gorilas” cuando les comienza a ir mal.
C-Escaparse en medio del desastre generado mientras prometen que pronto “vamos a volver”.
El peronismo es hoy un simpático vejete de 74 pirulos que se acomoda el quincho en la pelada, se coloca los dientes postizos y se empilcha para ir a la milonga para sacarle viruta al piso.
Tararea y silba un tango de Troilo. Este septuagenario sigue creyendo que la Argentina es el granero del mundo y que lo importante es seguir “combatiendo al capital”.
Como los chavistas, cree que la riqueza está dada y que la política consiste en la redistribución y la inclusión. Esta vez, no tienen los planetas alineados.
Esta vez, se enfrentan al tan temido “final del peronismo”.



sábado, 19 de octubre de 2019

La decadencia infinita



Falta sólo una semana para que decidamos nuestro futuro y, también, el de toda la región. A pesar de nuestra decadencia infinita, un milagro hace que aún América Latina nos preste atención; si optáramos por continuar suicidándonos en cuotas, como hemos hecho durante un siglo, el clepto-populismo regresará por sus fueros -nunca mejor aplicado- a uno de los considerados como principales países del sub-continente.
Festejarán, entonces, Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Rafael Correa desde Bruselas, Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel en Cuba, Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua, Andrés Manuel López Obrador en México, José "Pepe" Mugica en Uruguay y, por supuesto, por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello en Venezuela. Todos ellos tienen enormes coincidencias por haber integrado el Foro de São Paulo y la UNASUR; algunos, además, son violadores seriales de los derechos humanos y aliados incondicionales -y socios comerciales- de Cristina Elisabet Fernández. Seguramente, se sumarán también a la fiesta Vladimir Putin en Moscú y Hasán Rohani en Teherán, siempre ansiosos de poner sus pies en la región, que comparten "virtudes" con los líderes mencionados.
El colmo en esa materia se produjo el jueves, cuando nada menos que el régimen asesino de Maduro fue elegido, con el voto decisivo del Movimiento de Países no Alineados, para integrar el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Que esa notable aberración, ya que el mismo organismo produjo recientemente un terrible informe sobre los asesinatos, torturas y desapariciones de miles de venezolanos, sucediera el mismo día en que un notorio opositor apareciera muerto a tiros y calcinado, no hizo más que poner la frutilla del inmundo e injustificable postre.
El mismo día, el peronismo reunido festejó en La Pampa su emblemático Día de la Lealtad; es importante, porque la historia nos ha demostrado que en el famoso movimiento los demás son de traición. En el acto estaba la "galería de los ases del choreo", como diría Edmundo Rivero: los candidatos y la mafia de los gobernadores y sindicalistas (los mismos a los que Cristina mandó recientemente a suturarse un esfínter), que llenaron el aeropuerto con una flota de aviones, privados y públicos. Hablaron el mandatario local y los integrantes de la fórmula del Frente para Todos, y cada uno produjo frases que deberían ser desopilantes, si no resultaran tan trágicas.
Carlos Verna, muy suelto de cuerpo, reconoció que los dirigentes de ese espacio, aunque debían tragarse sapos, siempre caen parados y encuentran un palenque para rascarse y obtener algún cargo. La arquitecta egipcia, replicando cuanto había dicho en el Calafate al regresar de Cuba, se mostró como verdaderamente es: histriónicamente, abundó en sus ataques a la prensa independiente y en sus propuestas de establecer un nuevo "contrato social" y una CONADEP para la prensa. ¡Tenía razón cuando dijo que había que tenerle miedo!
Pero quien se llevó el Oscar a la mejor actuación fue el candidato a Presidente. Ese caradura describió la unidad peronista como el instrumento que les permite recuperar el poder cada vez que "ellos" (sic) logran arrebatárselo. Confesó así que, en realidad, cuanto se veía en el escenario era el directorio del PJ S.A., una empresa dedicada a acceder al gobierno para, desde allí, robar sin medida; por supuesto, se cuidó muy bien de recordar cuántos años gobernaron desde 1946 a la fecha -Juan Domingo Perón (tres veces), Héctor Cámpora, Isabelita Martínez, Carlos Menem (dos), Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y su viuda (dos)- y el profundo daño que siempre infligieron sus exponentes a los argentinos. Ayer, además, escribió para el futuro: "Cristina y yo somos lo mismo

martes, 8 de octubre de 2019

Cuando se toca fondo

Este es un gobierno asquerosamente malo. Inepto, arrogante y absurdamente corto de vista. Pero no acepto que me vengan a decir que todo este desastre se produjo en menos de 4 años. Y menos que un K me hable de "se robaron todo". 
Cinicos hdp! Uds dejaron el pais fundido!!

Hace más de 10 años escribí en mi blog que el populismo es una manga de langostas: llegan a un país, lo depredan y lo comen hasta las raices y se van a otro lugar, a esperar que el país se reponga. Si es que puede. Argentina tuvo muchas mangas populistas. Esta última vuelve ya por los palitos

Y ese es el problema. Los que dicen que estabamos mejor con Cristina aciertan solo en una cosa: Teníamos una esperanza. Esperanza de sacar a esa loca y corrupta y poner un gobierno que nos sacara del populismo y nos volviera al mundo real. 

Pero vino Macri, un populista light inepto

Hoy nos encontramos ante un gobierno que apela alegre a todo el arsenal cristinista de medidas fracasadas, nos dice "votenme, no los voy a defraudar...again" y enfrente está otro abismo de populismo egoista, corrupto, miserable, basura.


Nunca en mi vida tuve tal desesperanza como en esta ocasión.

lunes, 7 de octubre de 2019

El absurdo progre también llega al tango.


 Feministas argentinas.  Remake Tango




Un grupo de activistas está tratando de hacer el tango menos dogmático sobre los roles de género tradicionales, y más asertivo sobre erradicar el acoso sexual y el asalto.


Los zapatos planos rojos rubídelilios de Liliana Furió (lesbiana no salida abiertamente del closet hasta hace poco tiempo )se deslizaban a través de la pista de baile en movimientos rápidos y seguros, haciendo que sus pantalones holgados se balancearan suavemente.

Ella y un joven ruso delgado eran personificados en éxtasis, entrelazados en un apretado abrazo mientras rodeaban en sentido contrario a las agujas del reloj con algunos otros pares en perfecta sincronía.


. Algunas parejas aparecieron perdidas en un abrazo amoroso, mientras que otras giraban de un lado a otro juguetonamente.

Y eso es precisamente lo que la Sra. Furió tenía en mente cuando creó un festival semanal de baile que rompería todas las reglas del tango, la principal exportación cultural de Argentina.

La Sra. Furió comenzó a alquilar lugares para el evento a principios de este año, llamándola La Furiosa, o la mujer lívida. Es parte de un empujón de las feministas argentinas para hacer el tango menos patriarcal.

En el tango tradicional, los hombres invitan a las mujeres a bailar a través de un sutil gesto de cabeza-jolt conocido como un cabeceo, a menudo señalado desde el otro lado de la habitación. En la pista de baile, el hombre afirma el control en una secuencia de movimientos, a menudo de ritmo rápido, sacudidas y enredados de las extremidades, que van desde burlonamente sensual a incómodamente dominante.

Ya sea que estén amando o aguantando, las mujeres, que se espera que usen vestidos de cóctel y tacones altos, deben mantenerse apretadas para los sets de cuatro canciones. Los bailarines de tango veteranos dicen que los estiramientos de 15 minutos pueden convertirse en agonía cuando el abrazo de una pareja masculina se siente asfixiante, o cuando su mano vaga muy por debajo de la cintura.

Es un poco un juego para probar dónde están los límites", dijo Victoria Beytia, una ávida bailarina de tango que, junto con la Sra. Furió, es parte de una coalición suelta de activistas conocida como el Movimiento Feminista de Tango.( Las tortis del tango las conocen en el ambiente. 

En julio, el grupo publicó un protocolo para hacer que las salas de tango fueran menos dogmáticas sobre los roles tradicionales de género y más asertiva sobre erradicar el acoso sexual y el asalto.

El protocolo proporciona pautas sugeridas para los organizadores del lugar de tango, incluyendo la aceptación de parejas que se apartan de roles heteronormativos. También ofrece orientación sobre cómo manejar los casos de acoso y abuso, aconsejando, por ejemplo, que se pida a los hombres acusados de actuar de manera inapropiada en la pista de baile que se vayan. La famosa identidad de gènero ahora tambièn en el tango provocado por estas degeneradas .

El tango es un reflejo de lo que está sucediendo en nuestra cultura, y durante mucho tiempo nuestra cultura ha permitido que los hombres te toquen cuando quieren y si te quejas de que estás despedido como loco", dijo la Sra. Beytia.Si la tocan otras minas esta todo bien según ella.

La Sra. Furió, una documentalista de 56 años, se familiarizó con el tango cuando era niña. Su padre, un estricto oficial de inteligencia militar que años más tarde sería condenado por graves crímenes cometidos durante la dictadura argentina, hizo de ver "Los Grandes Valores del Tango", un programa de televisión semanal, un ritual familiar obligatorio.

El espectáculo rindió homenaje a la sensual danza teatral que surgió en los enclaves de inmigrantes pobres y alcanzó el atractivo general entre los argentinos.

"Tenía una fascinación por el baile", dijo furió en una mañana reciente, sentada en la sala de estar bañada por el sol del apartamento que comparte con su esposa alemana. "Ese abrazo único, esas coreografías sensuales, es algo que recuerdo vívidamente".

Como adulta, comenzó a asistir a las históricas salas de tango en Buenos Aires conocidas como milongas. Pero su pasión por la danza se desinfló por los rituales y códigos de conducta que la pareció sexista y degradante.

El tango argentino es el producto de una confluencia de ritmos y tradiciones que se intersecó en los años 1700 y 1800, en los barrios pobres de Buenos Aires que fueron el hogar de inmigrantes europeos, ex esclavos africanos y locales.

Rechazado inicialmente las élites y la Iglesia Católica, que consideraba la danza transgresora y obscena, el tango fue finalmente abrazada ampliamente cuando Argentina recibió una gran afluencia de inmigrantes a principios de 1900, y Buenos Aires se convirtió en un renombrado mundialmente ciudad cosmopolita.

Un anuncio de clases de tango queer hizo que la Sra. Furió hiciera una doble toma en 2003. Después de haber salido recientemente del armario, encontró la idea cautelar.

"Significaba ser capaz de tomar posesión de una pieza patrimonial que es tan profundamente nuestra, pero que sólo había sido accesible para un segmento de la población", dijo. "Había algo muy subversivo en eso.....